El candidato al Congreso por Tenerife de Podemos fue detenido por la Policía y luego condenado por un incidente relacionado con drogas

Alberto Rodríguez instó a numerosas personas a que golpearan a policías

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

Podemos y sus circunstancias. Querían sorprender al respetable. Escogieron no como ellos vendieron al principio, a un candidato nuevo, distinto, singular. Y vaya que lo fue. Se llama Alberto Rodríguez. Dicen que es una persona muy inteligente, que tiene un historial activista apasionado y militante, hasta incluso quiere salvar ballenas, a los ositos de peluche y demás causas.

Esta paloma blanca progresista con un rostro acentuado e imagen de ‘rasta’ o como dice el mago, de ‘peludo’, era y es una apuesta arriesgada generada en los cerebros calenturientos             de quienes dominan Podemos en Canarias.

Pero como todo riesgo, todos cargamos con un pasado y en este caso, este chico talentoso y activo anticapitalista, no puede como canta Les Luthiers, soltarlo con facilidad.

Y en su caso ese pasado es negro como el carbón y tiñe ese pelo osado, con el que quiere sentarse en el Congreso de los Diputados. Un pasado que nace en el año 2006. Y en medio de esa Babilonia llamada Cuadrilátero, en La Laguna, un templo de fiestas y de peleas varias, donde se unen todos los viciosos de esta tierra con la progresía noctámbula.

En diciembre de ese año, la Policía Local está buscando a un ‘camello’ que es el que mantiene la mecha de numerosas personas que anidan en locales y demás. Lo siguen, lo persiguen y logran identificarlo y acorralarlo. Hay grabaciones de estos hechos. Este traficante pequeño y callejero está liando un peta, rodeado de una peña entusiasmada y anhelante.

Pero al ver a los guindillas y que además tienen intenciones de acabar con su negocio de ese día, es Navidad, se ponen nerviosos y comienza una trifulca considerable (DP 14.887 del Cuerpo Nacional de Policía y luego juzgado de instrucción número 2 de La Laguna).

Y aquí surge el candidato, el activista, el amigo de todas las buenas causas, incluida la que lo llevó a ser detenido, juzgado y condenado. Cuando los agentes fueron a por el ‘camello’, “el mismo no se dejaba identificar por los compañeros y a la vez quería provocar al público, llamando la atención en voz alta. Que luego llegó el que dijo que era el amigo Alberto Rodríguez Rodríguez, que llegó a romper el cordón de seguridad que habían establecido, que éste profería que “la Policía era una asesina, hijos de puta” y gesticulando con las manos, decía “vamos a por ellos”, queriendo que el resto de la gente fuese contra la Policía, lo cual consiguió, teniendo que replegarse la Policía hacia la calle Elías Serra Rafols. Que una avalancha de gente fue contra ellos, lanzando objetos de todo tipo, entre ellos, botellas de cristal grandes, vasos de cristal e incluso una bolsa de hielo”.

Todo un líder el nota. Estos hechos juzgados en el 2008 ahora pesan sobre la incipiente carrera de quien es un contra sistema auténtico. Un podemita apasionado y solidario con quienes consideran que la gente vuele y cobrar por ello es una muestra más de las libertades que una Policía cortalotes no deja de reprimir.

Estén atentos. Podemos se ha superado a sí mismo en Tenerife.