Política y espiritualidad

Lo social y lo político son campos de la realidad que suelen resultar sumamente negativos y desagradables dentro del “ambiente espiritual”, o al menos dentro de la espiritualidad ‘New Age’. ¿Pero está justificado este rechazo?

Mucha gente le tiene aversión a la política, incluso asco. Evidentemente la política en países como España o Canarias es un asco, corrupción por doquier, mentira, engaño, manipulación, avaricia, mediocridad. Pero la política en el sentido de gobierno público es una parte esencial de una sociedad desarrollada, independientemente de lo que opine la gente y así la entendieron los grandes filósofos de la antigüedad como Platón o Aristóteles. Por lo tanto, nuestro objetivo como miembros de una sociedad civilizada es lograr que la calidad del gobierno público sea la mejor posible.

Recientemente le preguntaron al famoso místico indú Sadhguru que como era posible que la India, siendo un país bien conocido por su espiritualidad y que ha dado muchos maestros espirituales que han trabajado por el desarrollo de la conciencia de la humanidad, estuviera en tan mal estado desde un punto de vista social y político.

La contestación de Sadhguru fue la siguiente: “India está siguiendo el camino actual porque todavía está de la mano de Dios. A menos que tomes la responsabilidad en tus manos y hagas algo significativo, este país permanecerá en este estado o empeorará. Si realmente estás preocupado por la situación nacional o social, es muy importante que asumas la responsabilidad de una manera comprometida y haga algo al respecto”.

En cierta forma lo que Sadhguru está diciendo es que “lo bueno no te ocurrirá a menos que hagas lo correcto”. Dicho de otra forma, si queremos arreglar la situación los Bodhisattvas (iluminados) van a tener que meterse en política

Detrás de las muchas resistencias hacia lo material y hacia la política subyace la creencia limitante de que el mundo material es malo y que hay que trascenderlo, escapar de él. Que la solución está en desentenderse del mundo material e irse al mundo espiritual. En esta visión el mundo es la creación del diablo, un demiurgo malvado que ha creado un mundo lleno de sufrimiento.

Pero contéstame dos preguntas, la primera, ¿y si el mundo en lugar de ser la creación de un ser malvado no es sino la expresión perfecta del espíritu?,…. Y la segunda .. ¿si tu misión es hacer algo en el mundo espiritual porque no naciste en ese otro plano y no en este? ¿No es más lógico pensar que si naciste y estás en este plano de existencia es porque es aquí donde tienes que “trabajar”?

El grave riesgo de la gente que se engatusa con el mundo del nahual, es decir con el mundo espiritual, es que se desconecta del mundo del tonal, es decir, el mundo material. En una ocasión don Juan Matus le dice a Carlos Castaneda que sí determinado indio yaqui fuera un guerrero, “no se estaría muriendo de hambre en su mugrosa casa”. Para entrar en la Toltecáyotl, se requiere de inicio un tonal sano, es decir un ego equilibrado y centrado, tener una posición sólida en el mundo de todos los días. Según don Juan Matus es una temeridad el intentar adentrarse en el pavoroso mundo del nahual sí no se tiene consolidado el mundo “de todos los días”. Esto concuerda con muchas corrientes espirituales en las que se separa la parte exoterica orientada a generar una personalidad equilibrado, de la parte esoterica u oculta orientada a la trascendencia.

A muchos este planteamiento le puede parecer demasiado terrenal y que nos aleja de la verdadera espiritual, pero nada más lejos de la realidad. Según el Tantra Kalachakra, el rey de Shambala le pidió a Gautama Buda que el enseñara como practicar el Dharma sin renunciar a sus responsabilidades terrenales. Al igual que el Sufismo es la corriente más mística y esotérica dentro del Islam, el Tantra Kalachakra pertenece al Budismo Vajrayana - que es la corriente más mística y esotérica dentro del Budismo - y su enseñanza se la considera como la más elevada de dentro de esta corriente tibetana y cuya fuente es el mítico reino de Shambala (conocido como el "Reino Oculto", donde seres perfectos y semiperfectos viven y están guiando la evolución del ser humano). Su práctica meditativa pertenece a los tantras del Yoga más elevado y son consideradas las enseñanzas más profundas del vehículo Bodhisattva.

La espiritualidad de la era de la postmodernidad nacida a raíz de los movimientos contra la guerra del Vietnam en los 60, con su conciencia igualitaria, ecológica, multicultural, tiene muchísimos factores positivos, pero también tiene su sombra o lado oscuro como todo. Una sombra que Ken Wilber ha denominado ‘Boomeritis’.

En esa sombra está el relativismo de tierra plana que empieza diciendo que todas las perspectivas deben tratarse con justicia y acaba diciendo que todas las perspectivas deben tratarse igual, borrando de esta forma toda profundidad. Nada es más profundo o superior. No hay jerarquía, ni siquiera la derivada de la experiencia o el conocimiento. Es como si dijéramos que para arreglar un satélite la opinión de un ingeniero aeronáutico o un peón de la construcción sin estudios fueran iguales. O que para arreglar un grifo la opinión del fontanero y la de cualquiera vale lo mismo. Evidentemente este relativismo mal entendido conduce al nihilismo, a la falta de jerarquía conceptual y la desorientación intelectual.

Lo que todo esto esconde detrás de todo esto es un tremendo narcicismo que tiene su máxima expresión en el “¡a mí nadie me dice lo que tengo que hacer!”. Pero no se queda ahí, para ellos no es suficiente con reciclar vidrio y papel, ellos son los salvadores de Gaia. Para ellos no es suficiente con desarrollar la conciencia sino que están en el lugar donde se va a iniciar una revolución mundial de la conciencia que va a propiciar un salto cuántico en la evolución humana…vamos una verdadera hinchazón de si mismos.

Su enorme ego espiritual los lleva a buscar paz y amor sonriente donde todo es dulzura y luz, paz y armonía, buscan que nada los perturbe, huyen del conflicto, lo justifican todo y aprenden a etiquetar su nuevo ego narcisista con términos espirituales altisonantes. No se dan cuenta de lo que creen que es su luz en realidad es su sombra.

El pensamiento mágico es la creencia de que uno es el centro del Universo. La idea de que el Universo empiece conmigo y termine conmigo puede ser reconfortante, pero nos ciega de la gloriosa y compleja matriz de la que formamos parte mediante la pérdida de perspectiva y la encapsulación narcisista. El pensamiento mágico también nos descarrila de la verdadera meditación y de la verdadera iluminación ya que termina convirtiéndose en un pensamiento narcisista carente de rigor intelectual y falto de brújula moral. "No quiero hacerte daño, te amo; Pero si no estas de acuerdo conmigo, eres un fascista, un explotador, un capitalista, un machista patriarcal, un retrogrado, no tienes conciencia y ojalá tengas una enfermedad terminal por opresor. Pero si estas de acuerdo conmigo en que creamos nuestra propia realidad entonces te envió mucha luz porque el Universo te ama y todos somos uno." El pensamiento mágico induce una pérdida de humildad porque no reconoce la jerarquía.

Muchos desarrollan la espiritualidad para conseguir un cierto sentido de superioridad frente a otras personas. La política es algo sucio y ellos están por encima de eso. Ellos no se ensucian las manos con esas cosas terrenales. Se sienten que forman parte de un grupo exclusivo y superior al resto porque practican yoga o meditación, usan cristales, son vegetarianos, encienden velas, se creen poco menos que por meditar los peos se los van a tirar con olor a incienso.

Muchas veces adoptan nuevos hobbies, creencias o actividades porque están de moda, convirtiendo la espiritualidad en una forma de socialización en lugar de en una búsqueda interior. Es la espiritualidad ‘chic’.

También usan la espiritualidad como una justificación ante el fracaso o para evitar hacerse responsable de las acciones. Es como debe ser”, “El universo tal cual es, es perfecto”, “La realidad es sólo una ilusión” o “Todo pasa por una razón” son justificaciones útiles que simplemente promueven la evasión y el conformismo. Exageran el positivismo para evitar enfrentar los problemas en la vida y en el mundo. Tratan de evadir en la medida de lo posible todo lo negativo y se refugian en “solo lo positivo” como mecanismo de defensa y para evadir responsabilidades.


Si bien la gratitud es importante, lo negativo es una vía para crecer y trascender. El trabajo de la sombra, el descenso al inframundo y la conquista de este es posiblemente el trabajo espiritual más elevado. Lo negativo, las crisis y el dolor, no pueden ser ignorados; deben ser valorados y honrados pero sin necesidad de aferrarse a ellos. La mente crece con el choque, la evolución se da a través del conflicto.

Pero su positivismo los lleva por ejemplo a juzgar a otras personas por expresar enfado. La idea de que el enfado o la confrontación no ayudará en nada es falsa. El enfado es una emoción básica que ha promovido la supervivencia del ser humano y la confrontación es el motor de la evolución. Pero ellos piensan que “Si tan sólo estuviera más iluminado, podríamos evitarnos todo este drama”.

Pero lo importante en el plano espiritual no es que no exista el enfado sino no aferrarse a el. Esto nos permite sentir el enfado como una alarma de que algo nos está correcto o de que algo nos está hiriendo. El enfado es ira y la ira es la no aceptación de lo que está más allá de nuestro control. Si aceptamos, se convierte en tolerancia. Lo mismo ocurre con la confrontación, lo importante es actuar pero sin estar apegado al resultado, y esa es una lección, al menos en mi caso, muy dura de aprender.

El psicólogo John Welwood definió en los años 80 el término ‘spiritual bypassing’ para referirse al uso de prácticas y creencias espirituales para evadir la confrontación de cosas incómodas, heridas sin sanar y necesidades emocionales fundamentales usando una máscara de bondad, amabilidad y espiritualidad: “No sólo nos distancia de nuestro dolor y los problemas difíciles, también de la espiritualidad auténtica, encallándonos en un limbo metafísico, una zona de gentileza exagerada, bondad y superficialidad”.

Si todavía no te he convencido, al final de la icónica obra de Carlos Castañeda, Don Juan le dice a Castaneda que lo ha estado engañando todo el tiempo, haciéndole creer que el mundo del nahual (espiritual) es lo más importante. Don Juan le dice que los dos mundos son importantes. Sí no se tiene domino del mundo del tonal (material), jamás se podrá, ni siquiera asomarse un milímetro al fascinante mundo del nahual. Pero mucha gente cae en el espiritual bypassing y en el narcicismo postmoderno porque se engatusa con el mundo del nagual y se desconecta del mundo del tonal en una forma de evasión narcicista.

El aceptar nuestra responsabilidad en el aquí y ahora, el entender que la política, es decir, la calidad del gobierno es importantísima para lograr la evolución cultural y social. También es el entender que, aunque parezca extraño, si queremos arreglar las cosas tenemos que involucrarnos e ir más allá que simplemente meditar con un ojo abierto y otro cerrado pretendiendo que nos tiramos peos con olor a incienso. Es entender que los Bodhisattvas se van a tener que meter en política.

De hecho no sería la primera vez. Personas como Gandhi, Martin Luther King, Nelson Mandela, Rigoberta Menchú o el 14 Dalai Lama ya lo han hecho. Eligieron fortalecer la democracia, tanto a nivel nacional como en las propias organizaciones sociales y políticas, considerando la democracia más como un proceso que como una institución. Fueron conscientes de que una cultura exterior de represión tiene una contrapartida interna. Conquistaron las adversidades y aprendieron de ellas. 

Que los Bodhisattvas se metan en política, o en el activismo político, significa entender que el camino tradicional del Bodhisattva se ha quedado corto y que en un mundo global es necesario tener una mirada mucho más amplia incluyendo los sistemas y las instituciones. Es entender la evolución social y cultural, la evolución colectiva y no solo la individual.  El nuevo bodhisattva examina los problemas globales y locales con una apreciación de sus causas sistémicas y de como estas están relacionadas con el nivel de conciencia y evolución... y es entender que a pesar de pensar en global hay que actuar en local para llevar a una determinada sociedad a superar sus retos y pasar al siguiente nivel. Su papel es aportar claridad y sosiego en lugar de imponer, como hacen muchos activistas, su ansiedad y frustración en los demás, aclarando poco o nada la situación y generalmente añadiendo al despiste y a la confusión general

Y si todavía no te he convencido, déjame recordarte la noticia que recoge Gomes Eannes de Azurara en su ‘Chronica do Descobrimento e Conquista de Guinée’ cuando se refiere a los antiguos canarios de la isla de Gran Canaria y dice que todo el gobierno de la isla se decide en un parlamento insular formado por una serie de representantes que no podían ser menos de 190 representantes ni llegar a 200, y que estos caballeros tenían que saber “de su creencia (espiritualidad) de la cual los otros no saben nada”. ... es decir, para pertenecer al Parlamento insular tenían que haber alcanzado no solo el nivel exotérico del conocimiento sino también el oculto o esotérico.

PD. El esoterismo se refiere a toda doctrina que requiere un cierto grado de iniciación para comprenderla adecuadamente y estudiarla en profundidad, mientras que el exoterismo son las doctrinas y enseñanzas cuyo conocimiento es fácilmente accesible al público común y transmitido libremente.

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