Señor Carlos Alonso: En Tenerife, “si nos quedamos sin agua, nos quedamos sin isla”.

En Tenerife, hay camas para mucha gente, lo que no hay es agua para abastecer las necesidades de la población ni tampoco del sector primario porque se ha sobrepasado  la capacidad de carga de la isla, sin haberse antes planificado el desarrollo de acuerdo con los estudios que indicaban que este crecimiento desmesurado y especulativo, nos terminaría llevando al desastre absoluto, porque no podría soportar la isla el crecimiento de la población,  tanto residente como ocasional y los indices demográficos indicaban que no teníamos manera de gestionar los residuos que se generan desde la industria turística ni la población residente, como tampoco poseemos el agua suficiente para afrontar el consumo en la actualidad, de ahí que se restringa uso su uso para el sector primario, pero no se le ponen cotas al consumo en el sector turístico, hasta el punto de que son muchos barcos de cruceros los que atracan en nuestra isla, para abastecerse de nuestro preciado bien, llenando sus piscinas y depósitos con un agua de calidad a un precio muy satisfactorio, por no decir irrisorio.

El agua de Tenerife se obtenía a través de galerías perforadas en las montañas y algunos pozos. Los caciques, formaban comunidades, allí donde se podían obtener enormes caudales de acuíferos subterráneos, buscando en los ayuntamientos propietarios de los montes aledaños, una inversión conjunta entre las comunidades privadas y las administraciones publicas. Se trataban de inversiones entre estos dos sectores con capital privado y publico. El negocio en muchas ocasiones consistía, en que una vez localizado el acuífero subterráneo, se silenciaba la noticia, hasta que el correspondiente ayuntamiento, se retirara aludiendo que no tenia fondos para seguir con la excavación y dejaba el proyecto en manos privadas. De muchas de esas galerías y pozos, se obtenía el alumbramiento de importantes caudales de agua subterránea al poco tiempo de haberse quedado la iniciativa privada como propietaria única, y así se constituían a partir de ahí, las juntas de accionistas donde participaban muchos de los responsables que estaban en las instituciones, que hacían de cómplices de los caciques retirándose como administración publica, para dejar el agua en manos privadas y estos eran luego recompensados con un buen puñado de acciones, por medio de sus parientes mas cercanos y en ocasiones hasta ellos mismos eran convertidos en accionistas. También es verdad que los especuladores y los agua-mangantes, hacían correr falsos rumores sobre posibles inversiones en acuíferos que darían un suculento beneficio a medio plazo, así se quitaban de el medio a muchas familias que explotaban medianas extensiones agrícolas, arruinándolas para luego quedarse con sus propiedades por cuatro perras.

Decía el presidente del Cabildo Tinerfeño el otro día en los medios de comunicación, lo siguiente: 

El desarrollo de la isla fue posible gracias a ese esfuerzo privado que actuó allí donde las administraciones públicas no lo hicieron. Y durante años el sistema funcionó eficazmente y con equilibrio entre los recursos disponibles y su asignación. Luego, con el nacimiento del turismo y el incremento de la población, la demanda de aguas para usos urbanos empezó a alterar los precios y a competir con el agua de uso agrícola. El bien que antes era suficiente para atender la demanda empezó a ser escaso y desembocamos en un escenario totalmente diferente.

Y tengo que decirle a Carlos Alonso, que no es verdad lo que afirma, cuando habla de que la administración publica  no hizo nada y poco menos que alaba, elogia y halaga a los agua-mangantes, le recomendaría que quedase un día con Jerónimo Saavedra, ex-presidente del gobierno Canario, que fue victima de una moción de censura en al año 1993, de la cual no se dieron nunca los precisos argumentos para llevarla a cabo, y lo que dijeron sus impulsores no fue nada convincente. Todos los que estábamos metidos en política por entonces, sabíamos el porque había sido planteada aquella moción, por parte de las denominadas por aquel entonces AIC, ( Asambleas Independientes Canarias ) y la colaboración del PP, que se abstuvo en la votación. Dado que usted señor Alonso, conoce bien ambas formaciones, antes de decir lo que ha dicho, busque en la fuente la verdad sobre el tema del agua, porque su deber como gestor publico no es defender a los especuladores y agua-mangantes, su deber es defender a la ciudadanía, máxime cuando en este escabroso tema se esta llegando al limite, pues usted y yo sabemos que no hay agua suficiente para seguir con este desarrollismo insostenible, que su partido ha propiciado durante décadas sin hacer caso a quienes les advertíamos de lo que se nos venia encima.

El abandono de las tierras de labor, hace que la tierra se impermeabilice, y que no se filtre el agua en el subsuelo para recargar los acuíferos, así cuando llueve en terrenos muy escarpados con grandes desniveles el agua corre a sus anchas, llevándose paredes y nuestra preciada tierra, en su camino hacia el mar, ya no es tan solo agua, es un lodazal muy espeso que arrastra piedras y arbustos en unas torrenteras que arrasan con todo a su paso. Y eso que ustedes son nacionalistas, tan nacionalistas que nos han hecho totalmente dependientes del exterior, degradando nuestra agricultura para tener que alimentarnos de manera muy insegura con productos traídos desde otras latitudes, de dudosa trazabilidad, que ponen en riesgo nuestra salud y por supuesto nuestra economía.

No solo no aprovechamos las aguas pluviales, sino que ahora cada vez que llueve estamos en alerta. Tenían que haber sabido ustedes, que cuando al territorio se le pone asfalto y cemento, hay que pensar en las canalizaciones de aguas pluviales, porque el agua (a diferencia de los políticos ) si que confluye en un mismo punto, y llegado el momento de esa confluencia y en ese punto, lo hace con mucha fuerza y virulencia, ya que como le he explicado antes arrastra muchas cosas, sobre todo tierra y piedras que convierten las riadas en los casos de Santa Cruz y Puerto de la Cruz en zonas de gran peligrosidad al ser desembocaduras naturales por su situación geográfica.

Alertas y situaciones de emergencia, sociales, meteorológicas,  sanitarias, educativas, productivas, etc,. No nos quieran ustedes seguir vendiendo, que los mismos que han sembrado este panorama, ahora se han reconvertido y son los que tienen las soluciones, porque usted y yo sabemos, que eso tampoco es verdad.

Menos fotos y rollos mediáticos, y mas trabajo efectivo, serio y honesto, como también aprovecho para pedirle, mas respeto al adversario político  y al pueblo, porque Tenerife esta en grave riesgo, social y medioambiental.

 José Ramón Carrillo Rodríguez.

 Portavoz de la asamblea de Tenerife del Partido Verde Canario.