Venezuela recurre a una fundación próxima a Podemos para frenar a la ‘nueva derecha’

Como si presagiara el triunfo en Argentina de Mauricio Macri (Cambiemos), quien ya ha anunciado que pedirá la suspensión de Venezuela en Mercosur, el gobierno de Nicolás Maduro anunció pocos días antes la creación de un observatorio político para hacer frente a la “nueva derecha latinoamericana”. Es aquí donde los regímenes bolivarianos encuadran a Macri, que se define como “desarrollista”, ni liberal ni conservador. Ha sido la Vicepresidencia de Planificación del Ejecutivo venezolano, a través de la Escuela de Planificación (EVP), la que recurrido al Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) con el propósito de poner en marcha dicho observatorio político. El Celag es una consultoría política cercana a Podemos, tanto que uno de los cofundadores del partido, el exsecretario de Programa Juan Carlos Monedero, todavía figura dentro del Consejo Consultivo de la misma. La página web de esta fundación da prueba de ello, además. Este grupo de análisis, con base de operaciones en Ecuador, ha trabajado no sólo para el gobierno de Rafael Correa por medio del Instituto de Altos Estudios Nacionales, sino también para los de Venezuela, Argentina y Bolivia. Tal y como ha informado el propio Ejecutivo de Maduro, el nuevo Observatorio de Análisis Latinoamericano se trata de un proyecto donde los investigadores realizarán “visiones, análisis y perspectivas comparadas de lo que está pasando en los países y el comportamiento de los procesos políticos de transformación y las reacciones que tienen las derechas en el continente”. En esta línea, Teresa Morales, integrante del Consejo Directivo del Celag y ex ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural del Estado Plurinacional de Bolivia, sostiene que “en Venezuela, Ecuador, Argentina y otros países, se están viviendo procesos electorales que la derecha está saboteando”. Al mismo tiempo, avanza que desde el citado observarorio prestarán atención a “cómo razona y cómo actúa la nueva derecha latinoamericana, porque la izquierda se ha reconfigurado y reinventado a la medida de cada pueblo, sin embargo, la derecha también se está reinventando, poniendo nuevas caras, discursos, razonamientos y lógicas, y eso hay que estudiarlo porque sólo así vamos a poder combatirlo y defendernos de mejor manera”, enfatiza. Además de Monedero, que todavía es miembro del Consejo Consultivo del Celag, hay actuales dirigentes de Podemos que han estado vinculados a esta asesoría (ya no lo están), como el número dos de Pablo Iglesias y jefe de la campaña electoral del 20-D, Íñigo Errejón. ABC publicó el pasado abril que Errejón también era integrante de ese Consejo Consultivo, pero que su nombre desapareció tras la llamada de dicho diario. No obstante, a raíz de esta publicación, la secretaria de Coordinación de áreas de Podemos, Irene Montero, confirmó que Errejón y Monedero habían formado parte de tal consejo dentro de ese “grupo de estudios académicos”, pero precisó que no habían cobrado por ello ninguna remuneración. Asimismo, Errejón firma el prólogo del libro Disputas por el poder: Coyuntura electoral en América Latina 2014, que el Celag presentó el pasado mayo. Sin embargo, en esta obra no se le cita como secretario Político de Podemos, sino sólo como doctor en Ciencia Política por la Universidad Complutense de Madrid.  Y no es la excepción. En el breve currículum de dos de los autores, Sergio Pascual y Auxiliadora Honorato, miembros de la cúpula de Pablo Iglesias, tampoco hay referencia alguna a su relación con Podemos. El primero de ellos es el secretario estatal de Organización y la segunda ocupa el cargo de responsable de Acción Institucional. Ambos son funcionarios de la Junta de Andalucía y residentes en Sevilla, al igual que Alfredo Serrano Mancilla, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Pablo de Olavide y director ejecutivo del Celag. Serrano Mancilla, del mismo modo que Pablo Iglesias o Íñigo Errejón, fue colaborador de la fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (Ceps), la misma que pagó “dietas” hace diez años a Monedero por unos trabajos de asesoría y que recibió millonarias subvenciones de Venezuela en la etapa de Hugo Chávez. Podemos, que no nació hasta enero de 2014, ha negado siempre rotundamente que dinero de estas concesiones terminara en el partido. La formación morada mantiene que su financiación procede de las subvenciones electorales y de las aportaciones de sus simpatizantes vía crowdfunding o microcréditos.