La única solución con el alumbrado en Tegueste es volver a la gestión pública (SSP)

Sí se puede considera que la única solución al fracaso del Ayuntamiento de Tegueste con el servicio de alumbrado es volver a la gestión pública. El grupo de gobierno se ha visto obligado a reconocer sus errores e iniciar un procedimiento sancionador contra la concesionaria. La organización ecosocialista lamenta que se hayan cumplido sus peores previsiones tras haber prevenido al equipo de gobierno en reiteradas sesiones plenarias. El concejal del grupo de Sí se puede en la corporación Sergio Fernández asegura que “el fracaso de la gestión y el descontrol actual son evidentes y además se producen nada más comenzar la concesión; por eso, antes de que los próximos 12 años se conviertan en un irreparable agravio para el municipio de Tegueste, Sí se puede propone que se cumpla el pliego y se ejecute la resolución del contrato”. Según explica Fernández, “de esta manera se puede abrir un nuevo proceso para reflexionar cuál es la mejor solución para la gestión de este servicio público, en  el que corresponde como lo más eficaz barajar la vuelta a la gestión directa o a la creación de una empresa municipal  participada”. El Ayuntamiento de Tegueste adjudicó la gestión del alumbrado público en febrero de 2015 a una empresa privada, con el argumento de la necesidad de atender el mal estado del servicio, de realizar costosas mejoras, y la obtención de grandes ahorros. Sí se puede siempre mostró contra esta privatización, por considerar que los grandes ahorros no recaerían en la corporación, sino que beneficiarían a la concesionaria, que gana un 115% de la inversión realizada. Además, la organización ecosocialista no ha sido favorable a esta decisión por la apresurada y poco contrastada elaboración del pliego de condiciones que rigió dicha privatización. En estos momentos, el Ayuntamiento se encuentra con que la empresa concesionaria ha incumplido los plazos para la ejecución de las obras de mejora y renovación de las instalaciones, lo que lo ha obligado a iniciar un expediente sancionador por incumplimiento del pliego de contratación. El consistorio confió toda la suerte del servicio del alumbrado público en una sola persona, el ingeniero asesor, que a su vez el encargado de crear la necesidad de la privatización, elaboró el pliego y formó parte de la mesa de contratación para la adjudicación. Tras ser contratado por la empresa adjudicataria, le ha autorizado prórrogas de ampliación de plazo irregulares que han desembocado en el colapso y el fracaso del modelo de gestión del alumbrado municipal. “El proceso ha sido el ejemplo de los efectos que causa dejar exclusivamente en manos privadas la gestión de un servicio público, en otras palabras, el ejemplo de poner al lobo a cuidar a las ovejas”, señala el concejal ecosocialista. A juicio de Sí se puede, es sorprendente que en todo este proceso, ni el órgano de contratación ni el responsable del contrato del ayuntamiento se hayan pronunciado de ninguna manera, ni a favor ni en contra de los retrasos y las autorizaciones irregulares de ampliación de los plazos. “Se trata de una dejadez absoluta en la responsabilidad municipal ante la gestión de un servicio público, ya que el Ayuntamiento tiene que actuar como garante de la defensa de los intereses de la ciudadanía”, apunta Fernández.