El Círculo de Amistad XII de Enero acoge este jueves la presentación de un libro sobre la historia de la murga Los Singuangos

Obra del periodista de El Día Álvaro Morales, el trabajo repasa en 508 páginas los 24 años de trayectoria de la murga

EDDC.NET/Santa Cruz de Tenerife

La sede del Círculo XII de Enero de Santa Cruz de Tenerife acoge este jueves, desde las 20:30 horas, la presentación del libro “Los Singuangos, historia de una revolución”. Una obra del periodista de El Día Álvaro Morales que ahonda en la trayectoria de la célebre murga del barrio santacrucero de Duggi o El Monturrio, formación que, mientras salió al Carnaval tinerfeño (de 1982 a 2004), fue la que más primeros premios de interpretación consiguió (un total de siete), así como cuatro segundos, tres terceros, varios accésit, dos segundos de Presentación y dos Premios Criticón, entre otros galardones y reconocimientos. 

Para el autor, y sin quitar ningún mérito a Los Mamelucos, que también resultaron claves en la revolución e impulso que tomaron estos grupos del Carnaval tinerfeño y canario en los años 80 del siglo XX, Los Singuangos fueron determinantes para los cambios polifónicos, de contenidos, contracantos y concertantes, enfoques, espectáculos y de letras desde mediados de esa década: lo que se llamó la murga global. Además, con el añadido más que meritorio en aquellos años de abanderar entre las murgas la lucha contra el pleito insular y en favor de unas Canarias unida, algo casi excepcional en estas formaciones entonces, después y, en buena parte, aún ahora. 

El libro analiza cada año que salieron Los Singuangos, siempre dirigidos por José Antonio González Hernández “El Flaco”, quien se ocupó de la mayoría de las letras y dirección musical desde 1992. La obra incluye la inmensa mayoría de las letras que escribieron y cantaron. Unos temas que, casi en el 50%, aparecen en las más de 500 páginas a todo color que contiene la publicación con códigos QR para que, con un simple móvil con lector, se puedan escuchar o visualizar gracias a las grabaciones de cadenas radiofónicas, televisivas o de particulares. Además, el trabajo resalta la figura del primer letrista de Los Singuangos, Juan Ramón Marrero “El Tonucho”, al que el autor considera el mejor de todos los tiempos (estuvo de 1982 a 1991 y luego ha colaborado puntualmente con otras murgas), con joyas para la historia como “Lo que cantarán nuestros niños del futuro” (1985), “Canarias exige neutralidad” (1986), “El circo de la inseguridad social” (1987), “Cantos Canarios de Campesino Pobre” (1987), “Antología de la Cazuela” (1988), “Carta de un mago al Parlamento” (1989) o “Falsa Sociedad” (1990), entre otras numerosas perlas. 

Un gigantesco repertorio que enriqueció luego “El Flaco” con temazos como “A mi manera” (1992), “Vacaguaré” (1993), “Sin pasado no hay futuro” (1994), “No hay que celebrar derrota jamás” (1995), “El canario no es mi lengua, señor” (1996), las dos canciones sobre la pretendida lanzadera y el radar militar de El Hierro (1997 y 1998), “Sanidad Tercermundista” (2003) o “El Auditorio, un monumento a la desigualdad” (2004), entre otras muchas.    

El acto lo presentará el periodista de Radio Club Zenaido Hernández, uno de los fundadores de la murga y miembro clave que, entre otras cosas, le puso el nombre a la formación y llevó a muchos integrantes. Además, estará en la mesa el humorista Juan Luis Calero, que también estuvo en Los Singuangos y que, en la gala de 1987, protagonizó una imitación de Jerónimo Saavedra memorable, que relanzó su carrera mediática. En principio, también acudirá el editor de la obra, Francisco Pomares (ediciones Idea), aunque su presencia no está del todo confirmada por cuestiones de agenda. 

Según recalca el autor, el libro incluye numerosas entrevistas (también a políticos) y muestra su visión particular y, por tanto, muy discutible de la historia de la murga, contextualizando lo que cantaron en la situación sociocultural y política de Tenerife, las Islas, España y el mundo en esos 24 largos años. Además, el trabajo pretende rendir tributo a la directiva que tanto trabajo en la sombra realizó, a todos los integrantes en las distintas etapas, colaboradores, a la afición, seguidores a distancia y, en general, a los murgueros y carnavaleros de pro, más allá de colores y preferencias. El acto se cerrará con una sorpresa que pretende también reforzar este homenaje (desgraciadamente póstumo) a Los Singuangos, con los que el concurso de murgas de Santa Cruz, desde luego, cambió para bien. Para muy bien.