Cirilo Leal; “el arqueólogo” del teatro costumbrista

Estrenará la obra ‘La Viña del Loro’ en el Orfeón la Paz de La Laguna 

Rafael Lutzardo / Santa Cruz de Tenerife

Hablar o escribir de Cirilo Leal, es asociarlo a toda una vida entre el teatro y la escritura. Esa sensibilidad humana y profesional que caracteriza al admirado dramaturgo y periodista, Cirilo Leal, amigo y hermano del pueblo canario, posiblemente tenga mucho que ver con la realidad de su infancia.

Un pasado vinculado con un modelo de sociedad cerrado y asociado a una fuerte influencia migratoria canaria; actividad comercial en el puerto capitalino a través de la presencia del mundo del cambullón, trueques, acciones sociales, políticas y laborales ejecutadas en muchas ocasiones desde la clandestinidad y selladas entre pactos de honor (apretón de mano) por hombres luchadores de las libertades y derechos. Del mismo modo, el bar La Marquesina fue un escenario y negocio familiar inolvidable para la familia de Cirilo Leal Mújica. Un lugar simbólico en la historia de la vida portuaria de Tenerife, donde se daban cita trabajadores, amigos y expías del gobierno franquista.

Por todo ello, y ante esa importante experiencia y etapa recogida en la vida de Cirilo Leal Mújica, el periodismo y el teatro han sido elementos importantes para reivindicar, rescatar y rendir homenajes a todas aquellas personas que en otra época lucharon, trabajaron y dieron sus vidas por defender nuestra tierra, pero que fueron olvidados por la dictadura franquita, pero no menos también por la influencia y presencia mediática de los nuevos tiempos. Sin embargo, tenemos la suerte de tener entre nosotros a un hombre como Cirilo Leal Mújica, rescatador de nuestras tradiciones más populares e historia a través de las fuentes orales.

Cirilo Leal nace en Carúpano (Venezuela), 1953. Hijo de emigrante palmero y venezolana. En 1963 viaja a Tenerife donde se establece hasta la fecha. Licenciado en Psicología y Periodismo, así como miembro de la Academia Canaria de la Lengua, así como relevante autor teatral de la generación del setenta canaria. Investigador de la cultura y la historia de las Islas, especialmente interesado en el fenómeno de la emigración. Participa intensamente en periódicos, revistas y programas radiofónicos y de televisión, en este último caso, como guionista de varias series documentales. En el mundo de la escena ejerce como actor, director y autor teatral, siendo uno de los escritores más prolíficos del ámbito insular en este género.

Comenzó a publicar a finales de los años 70. Con Las lanchas rápidas obtuvo en 1979 el premio de teatro Francisco Martínez Viera del diario La Tarde; un galardón que volvió a obtener en 1980 con dos obras: La ciudadela y El indiano.  A esos títulos siguieron La conjura (1983), con el que ganó el Premio Ángel Guimerá; La galería (1985), Premio de Teatro Santa Cruz de La Palma, y La querencia, con la que en 1996 obtuvo el Premio de teatro de autor Domingo Pérez Minik, convocado por la Universidad de La Laguna.  Su producción abarca también comedias costumbristas como Rebotallo de fantasmas, Pueblo seco y El gallo de la zafra.

Para Cirilo Leal, el motor que le ha llevado por los derroteros antropológicos relacionados con Canarias lo define como: “aparte del espíritu de compromiso social de una generación a la que pertenezco, ha sido la búsqueda del testimonio a través de la conversación sobre la experiencia de los mayores en relación con los principales acontecimientos de sus vidas, acontecimientos que están relacionados con la inmigración y la guerra civil con todo lo que significa la lucha por la subsistencia en la posguerra. En la medida en que me he ido encontrando con esas fuentes de información que, tras vencer el miedo, te van confesando penurias y miserias de una época, no he podido dejarlas caer en el olvido… Parece que en los tiempos que vivimos, con la arrogancia del bienestar económico, la historia empezó ayer. Pero no, mucha gente se quedó por el camino con su esfuerzo, con años de cárcel y de emigración forzosa para nosotros disfrutar de la sociedad actual”.

Sin duda, el teatro es todo para este gran dramaturgo, el cual no dudó en comentar que: “el teatro para mí es el espacio donde confluyen esas historias, donde se relatan para que el espectador conozca y responda emocionalmente y con información a ese estímulo artístico que yo le lanzo. Yo me dirijo a las personas para obtener su opinión, sus sentimientos, sus observaciones, sus reparos a esa fábula que yo he puesto en pie escénicamente para enriquecer de nuevo el producto, esa propuesta inicial. Por tanto el teatro es para mí un feedback, una empatía, una complicidad con la persona que recibe ese producto y cuyas observaciones me sirven para enriquecer de nuevo el producto escénico que yo elaboro y continuar con la exploración”.

En lo que respecta  a su valoración del Teatro en Canarias, Cirilo Leal comentó que: “en los últimos años se ha logrado unos niveles de profesionalidad y calidad indiscutibles… Como autor teatral yo soy partidario de un teatro pobre en los aspectos formales y rico en ideas, de lo cual se carece en estos momentos porque nos hemos acostumbrado al teatro de la industria y al teatro de la evasión, que es importante, pero personas como yo, con compromisos y vinculaciones a una memoria y a unos sectores determinados, no puede gastarse el lujo de seguir con triquiñuelas y banalidades. Al no tener que vivir del teatro tengo la libertad de acometer escénicamente los conflictos que a mí me interesan. No escribo al dictado de nadie sino de mi propia consciencia… En los últimos años se han impuesto una práctica, producción y búsqueda del público a toda costa, que a veces las subvenciones son justificables por el número de espectadores que concitan ciertos espectáculos. Pero esa práctica, que ha contribuido enormemente a la profesionalización, ha mermado -a grandes rasgos- la capacidad de crítica y espejo del acontecer social”. 

En sus recientes proyectos teatrales están: ‘La Viña del Loro’ y la recuperación de la emigración Canarias-Venezuela-Cuba. Para ello, el motivado y entusiasta polifacético y creador de las costumbres teatrales de nuestra tierra, manifestó que: “estamos ensayando con un gran grupo humano, especialmente gente del Carnaval de Tenerife y otras personas del la sociedad tinerfeña. Quiero agradecer a todos, incluyendo a Oscar Bacallado, sus aportaciones y colaboración en esta nueva obra teatral que se presentará en el mes de noviembre del presente año. Una vez que presentemos La Viña del Loro, en el Orfeón la Paz de La Laguna, comenzaremos con el otro teatro marginal y emigratorio de lo que fue la historia de muchos emigrantes que se fueron a Venezuela y Cuba, donde algunos se quedaron en tierras del Caribe y otros, retornaron al Archipiélago canario”.  Esta obra, prosigue Cirilo Leal, se hará con personajes del Carnaval de Tenerife y otros actores de la sociedad tinerfeña”.