Nepal: el viaje de la esperanza

El tiempo corre a la velocidad de la luz. Es la vida la que se nos escapa cada día que pasa. Parece que fue ayer cuando partimos a Nepal, con el objetivo de cumplir con la misión de ayudar a las aldeas más necesitadas del interior de Katmandú. La labor humanitaria de la Organización Internacional Dona Vida no es una casualidad. Es una realidad basada en el trabajo, compromiso, inquietud y colaboración con los más necesitados del tercer mundo. Una expedición humana, que brilló por su gran entrega profesional con los habitantes de las aldeas más necesitadas, como fueron Sipty y Kabilash.

La expedición estuvo formada por Cristina Patricia Durán, Teresa Díaz Roger, María del Carmen Martínez Magaña (médicos); May (fisioterapeuta), Julián Ángel Mariana Herraíz (enfermero); Germán Domínguez Naranjo (presidente de Cooperación Internacional Dona Vida) y el que escribe este reportaje, Rafael Lutzardo (periodista).

Actualmente, Nepal se encuentra en una fase de reconstrucción pues el año 2015 que está a punto de finalizar le castigó con dos terremotos. El primero dejó un saldo de unas 8.000 víctimas y un gran destrozo en muchos puntos de la ciudad de Katmandú y en el interior. Esta experiencia vivida en Nepal resultó larga y dura, aunque algunos compañeros ya la habían experimentado anteriormente. Un viaje de mucho correr entre aeropuertos, pasaportes en mano y controles de seguridad. Muchas horas de vuelos, de incógnitas, de cierta tensión, especialmente por llegar lo antes posible con las medicinas a las aldeas rurales de Nepal.

Katmandú es una ciudad activa, contaminada y de mucha improvisación. En lo que respecta a la religión, el mundo del budismo se muestra triste al ver cómo la mayoría de sus templos sagrados fueron devorados por los terremotos al inicio del presente año. Templos que dejan una imagen patética de destrucción, de miles de ladrillos recogidos con el objetivo de volver a reconstruir lo que ya prácticamente está enterrado bajo el polvo, y del recuerdo de lo que fue y dejó de ser.

Un país que se ha visto inmerso en las desgracias por las fuerzas de la naturaleza, pues al margen de los terremotos y monzones, su vecino fronterizo, la India, le castiga con un bloqueo brutal de suministros de gasolina, gasoil y gas, motivado por la reciente aprobación histórica de la Constitución, lo que significa que a partir de ahora Nepal se convierta en una república democrática federal laica.

Todo ello ha provocado en el país nepalí improvisar cada minuto del día. No hay guión de mañana, de futuro; no hay sentido orientativo social. Katmandú es una ciudad activa, pero sin brújula que le permita desarrollar un proyecto de calidad de vida. Por otro lado, China quiere ayudar, pero tiene problemas para llevar el suministro hasta la ciudad de Katmandú, ya que los caminos han sido arrasados por el terremoto. Además, no quiere verse inmerso en un conflicto diplomático con la India.

KATHMANDI

La expedición de Cooperación Internacional Dona Vida vivió todos estos problemas, especialmente el del bloqueo de suministros, pues tuvimos que improvisar en muchas ocasiones, dialogar con contactos y regatear a la hora de coger un taxi. La misión de Dona Vida se centró en llevar medicinas a las aldeas rurales, curar y coser heridas, valorar las necesidades prioritarias de las aldeas rurales de Sipty y Kabilash, establecer contactos de convenios con los hospitales de la ciudad de Katmandú para operar a personas que no tienen medios económicos y con patologías muy graves.

Sin duda, fuimos como voluntarios y nos sentimos muy orgullosos de haber contribuido a una gran causa de manera altruista. No quiero que nadie dude de esta organización no gubernamental. Todos los componentes voluntarios de Cooperación Internacional Dona Vida pagamos cada uno nuestros billetes y necesidades en Nepal.

En diálogo y colaboración con los responsables de las aldeas rurales, pretendimos llevar a cabo unas mejoras estructurales en el área de la enseñanza: un nuevo edificio, pupitres, sillas y material escolar y pizarras. Por escolarizar a un niño con material escolar y una comida al día, dos euros, lo que supone unos 27 euros al año. En los primeros 15 días que estuvimos en la aldea de Sipty, cerca de las fronteras de la India (seis horas) y de China (unos cinco días), el equipo médico de Cooperación Internacional Dona Vida atendió a unas 700 personas.

Es un lugar alejado de la civilización. Un escenario parado en el tiempo, convertido en hábitat emulando a un neolítico entre la ganadería y la agricultura y herramientas rudimentarias. Kabilash, más civilizada, ya que se encuentra a unos cuarenta kilómetros de la ciudad de Katmandú y a unas tres horas en coche, pero con caminos y carreteras en muy mal estado. Pese a todo, Nepal es un país hermosísimo. Las cordilleras del Himalaya, las montaña de Rauocholen y Lamtan, los valles profundos, ríos y grandes cascadas de aguas naturales que bajan por las venas de las cordilleras donde vive el Everest son paisajes únicos en el mundo.

Esta reciente expedición de Dona Vida a Nepal llevó un poco de ayuda y, sobre todo, de esperanza al centro de una tragedia que no podemos olvidar.

MARIANA