Urge la liberalización del sector farmacéutico en España?

Muchas de las farmacias en nuestro país que hoy en día están situadas en sitios y lugares estratégicos de las ciudades Españolas fueron otorgadas por el anterior régimen militarista y dictatorial a dedo entre sus familias de adeptos y en planeamientos urbanos estratégicamente privilegiados, que les permitió a sus actuales dueños o titulares (como a ellos les guste más) hacerse con un monopolio de un sector tremendamente productivo aquí en España el cual no ha dejado de crecer cada día más. A día de hoy sigue mantenido por un régimen similar, partitocrático  y amiguista.

La Comisión Europea pidió hace ya algún tiempo (2006) y oficialmente a España que eliminara las restricciones legislativas al establecimiento de farmacias al considerar que podrían vulnerar los principios del libre comercio, advirtiendo que de no llevarse a cabo podría España ser sancionada económicamente con una fuerte suma de dinero.

Cuando nos encontramos con casos como el que nos ocupa, dudamos de si es verdad que vivimos en un país democrático, y que son los partidos políticos quienes gobiernan esta país con criterios propios, rigiéndose por nuestra carta magna, o lo que se hace es obedecer lo que ordenan los poderosos e influyentes titulares de farmacias, acostumbrados a el manejo del sector como dueños y señores de un importante monopolio, que solo les pertenece a ellos.

El DICTAMEN MOTIVADO estaba dirigido al Reino de España en virtud del artículo 226 del tratado constitutivo de la Comisión Europea y es debido a determinadas restricciones en materia de establecimiento de farmacias que aplica el actual sistema legislativo Español.

Desde el observatorio caleidoscópico al leer este Dictamen Motivado, entendemos que el mismo viene dirigido al Gobierno de España, concretamente al Ministerio de Sanidad, que es el órgano a quien competente la regularización del sistema y por el que se rige el sector farmacéutico en este país, y no venia dirigido a los farmacéuticos, ni a los colegios ni tan siquiera a la F.E.F.E., (Federación empresarial de farmacéuticos españoles), ni al C.G.C.O.F., (Consejo general de colegios oficiales de farmacéuticos) etc.

Nosotros creemos, que quien debería haber respondido, con su propio criterio, con independencia, con su punto de vista político, sobre este escabroso tema ante la Comisión Europea, era el Ministerio de Sanidad en legítima representatividad del Reino de España, que es a quien dirigió el dictamen la comisión, pero no sucedió así.

El Ministerio de Sanidad, cuando recibe el Dictamen motivado, inmediatamente envía copia del mismo a los dirigentes (Gerentes), del sector farmacéutico, F.E.F.E.-- C.G.O.C.F. solicitando su colaboración para poder dar respuesta a la comisión europea, y el ministerio necesitaba sendos escritos oficiales que le diesen razones de peso para poder hacer frente a lo que la CE opina sobre las restricciones en materia de establecimientos de oficinas de farmacia, lo que CE quería saber, es por que razón no se liberaliza el sector farmacéutico en España, dando la oportunidad a los miles de licenciados en farmacia, actualmente en paro, o emigrando a otros países a poder establecerse donde quieran y pode ejercer libremente su profesión.

En España, concretamente en su Ministerio de Sanidad, que es quien debería tomar decisiones responsablemente y bajo su propio criterio político, parece ser que esto se hace según el criterio de los representantes de los titulares de farmacia, ya que sobre este tema a lo que hace referencia el Dictamen motivado, esta muy claro lo que iban a decir los monopolistas del sector para retrasar el proceso cuanto pudieran, y así año que pasa cuenta corriente que aumenta, y ya luego si hay sanción pues pagara el estado o sea todos nosotros, pero eso si, ganar ganaran solo ellos, por un lado los políticos que no quieren jaleos con el poderoso sector, y los poderosos al poder seguir enriqueciéndose por mas tiempo aun del que lo llevan haciendo, en conclusión: puras políticas sociales.

Al Ministerio de Sanidad no le interesa pronunciarse sobre nuestro obsoleto y monopolizado sistema farmacéutico, y se debería producir un profundo debate entre los jóvenes farmacéuticos (que se tienen que subyugar a trabajar para los monopolistas o irse a otro país) y con los dueños del sector, pero con ellos con los titulares de las farmacias, y no mandando a sus bien pagados lobbys a Bruselas a que les resguarden sus negocios, presionando constantemente al poder político.

Es inadmisible que un ministerio como el de sanidad haga caso omiso a la constitución española, y junto con los representantes de los farmacéuticos se haga un frente común, para impedir o retrasar, que la CE haga prevalecer el derecho al libre establecimiento y ejercicio de la profesión, y así desde ese binomio de poder impedir con artimañas barriobajeras y un discurso tramposo que no se creen ya ni ellos mismos, el que miles de licenciados en farmacia, se vean obligados a trabajar como empleados, o como farmacéuticos adjuntos por un sueldo de miseria, y lo tengan que hacer para otros señores que han estudiado lo mismo y cuyo titulo les iguala ante el estado, para que puedan todos los farmacéuticos españoles establecerse libremente para ofrecer un mejor servicio y una mejor atención en materia farmacéutica a los ciudadanos de esta país.

Desde el observatorio llegamos a la conclusión irrefutable e inequívoca, después de haber analizado otros modelos en países mas avanzados y menos avanzados también de que es este sistema Español, uno de le mejores modelos de farmacia no solo de Europa sino del mundo mundial, pero solo para los titulares de farmacia y sus herederos.

A Continuación pasen y lean lo que escribe este joven emigrante canario del siglo XXI:

Carta abierta de un joven farmacéutico recién licenciado en Tenerife

Yo soy de los que estudió farmacia por vocación. Por suerte o por desgracia no tengo un padre o una madre de los que pueda heredar una farmacia.

La ilusión típica cuando uno empieza una carrera universitaria se desvanece poco a poco cuando te empiezas a dar cuenta de como funciona el rollo después de la licenciatura.

Y es que ni siquiera en las asignaturas de legislación y deontología te explican como puedes tener tu propia farmacia, debe ser porque no les interesa que lo sepas hasta que ya es demasiado tarde.

Y es que un licenciado en farmacia en España no puede establecerse libremente como cualquier otro profesional en este democrático país.

Para empezar tienes que esperar a que el gobierno autonómico convoque un concurso de nueva apertura de oficinas de farmacia, las cuales luego se otorgarán a aquellos que obtengan mayor puntuación en un sistema injusto de baremación en el cual el recién licenciado no tiene la más mínima posibilidad. Luego de este concurso vendrá el periodo de reclamaciones que en el mejor de los casos dilatará el concurso cuatro o cinco años y luego de esto se resolverá el concurso. Incluso después de otorgada la farmacia en titularidad corresponde al “afortunado” lidiar con el alcalde y el concejal de turno para conseguir un local adecuado y acondicionado, porque hete aquí que encima no puedes poner la farmacia donde quieras, sino donde te dice el alcalde.

En fin, que al final de todo al recién licenciado lo que le queda es la vida de adjunto, trabajando para un titular que nunca está, que no se preocupa de su negocio porque la farmacia genera dinero sola, y que paga una miseria a un profesional del mismo nivel que él mismo y que nunca se pagaría a si mismo lo que paga al adjunto.
Viendo y sabiendo y habiendo trabajado en este sistema, que los mismos políticos y defensores interesados del sistema llaman “el mejor del mundo” decidí emigrar a un país en el que puedo ejercer mi profesión de una manera mucho más libre y más justa. 

Elegí el Reino Unido como destino porque para empezar ellos te buscan a ti. Tienen empresas que buscan farmacéuticos por toda Europa y ponen anuncios en las facultades (muchas veces en contra de los propios decanos que ven eso como una deserción, como si le debiéramos algo al país o algo así).

Me hicieron la entrevista en Tenerife, mandaron a un representante solo para eso, firme el contrato el día de la entrevista y me pagaron el primer mes en un hotel. ¿Alguien aquí en España se tomaría esas preocupaciones? No lo creo.

A parte de eso las condiciones de trabajo son infinitamente mejores que en España. El salario es más del doble de lo que cobro en España (y la vida no es más cara como se empeñan en enredar algunos),tengo 5 semanas de vacaciones, me pagan la colegiación ,las horas extras y el transporte. Pero no solo es la diferencia económica o que hace el cambio, sino la social y personal. En Inglaterra se ve al farmacéutico como el profesional más valorado por la sociedad, por encima de médicos, policías, bomberos, etc....Cuando la gente pregunta por el farmacéutico para hacer sus consultas esperan pacientemente a que tu tengas un minuto libre, porque saben que la profesión no te deja mucho tiempo libre, y luego de atenderlos te dan las gracias por tu tiempo y por haberlos atendidos. No solo eso. Además no te juzgan por tu apariencia si eres joven, como pasa en España, donde si te ven más o menos jovencito, prefieren hablar con el farmacéutico más viejo. Aquí no dudan de tus conocimientos y te respetan.

Al contrario de la idea general, la responsabilidad del farmacéutico aquí sobre el medicamento es total y absoluta. Nada se dispensa y la mayoría de las medicinas de venta libre no se venden sin el consentimiento del farmacéutico. Al contrario de lo que pasa en España, donde los auxiliares venden, dispensan y dan consejo sin tener la formación necesaria.

También es común en España la idea de que en Inglaterra, al estar liberalizado el sector, los precios de los medicamentos cambian según el lugar donde uno viva, la farmacia donde compre, etc. Otra gran mentira. Los medicamentos en Inglaterra ni siquiera tienen precio de venta al público, como pasa en España, porque cuando uno tiene que pagar por medicamentos paga una cantidad fija, no un porcentaje, como pasa en España.

El control de los medicamentos es mucho mayor en Inglaterra, y por supuesto a nadie se le pasa por la cabeza vender un medicamento que es con receta sin la misma, como pasa en España, donde mientras se pague el precio, se puede comprar casi cualquier medicamento.¿Es ese el supuesto control de calidad que predican en favor del modelo español?

Huelga decir que el día que decida poner mi propia farmacia lo puedo hacer sin ningún tipo de restricción.

Resumiendo, la vida para un farmacéutico español en Inglaterra es reconocimiento profesional, personal y evolución y mi respuesta a quien me pregunte si volvería a trabajar en España como farmacéutico, es clara, no lo haría.